Los datos del primer trimestre del año dejaron un sabor agridulce para el Gran Tucumán-Tafí Viejo: el desempleo disminuyó del 7,7% al 7% en la comparación interanual. Según las estadísticas oficiales, en el último año un millar de habitantes del principal aglomerado urbano lograron insertarse en el mercado laboral. Ahora totalizan los 27.000 casos. De la misma manera, creció la población ocupada, de 342.000 personas en los primeros tres meses de 2017 a 357.000. A nivel nacional, la tasa de desempleo bajó al término del primer trimestre de este año a 9,1%, frente al 9,2% en igual período del año pasado, informó el Indec. Así, el total de desocupados relevados oficialmente alcanzan a casi 1,2 millón de habitantes de los 31 aglomerados urbanos del país sobre un total de 11,7 millones de ocupados. Esta leve baja en la tasa de desocupación se logró luego de que el Producto Bruto Interno (PBI) creciera 3,6% entre ambas mediciones.
Si bien los indicadores generales mejoraron, la creación de empleos no ha sido de calidad, según se desprende del informe difundido ayer por el organismo que encabeza el economista Jorge Todesca. En efecto, el Gran Tucumán-Tafí Viejo pasó a liderar el ranking de aglomerados urbanos con mayor empleo en negro de la Argentina. De acuerdo con las estadísticas oficiales, el 46,3% de los 261.000 asalariados medidos están en la informalidad laboral. Son alrededor de 120.800 personas que no gozan ni de la cobertura de una obra social ni de la posibilidad de acceder, en el futuro, a una jubilación, porque sus patrones no efectúan los aportes de ley. El año pasado, la tasa había sido del 42,4%.
Precisamente, el NOA es la región argentina con mayores tasas de empleo no registrado: un 42,1% de los asalariados de la zona están en esas condiciones. Por el contrario, los indicadores más bajos de informalidad corresponden a los distritos de la Patagonia.
Características
Según los resultados de la Encuesta de la Deuda Social Argentina referidos al tercer trimestre de 2017, sólo el 43,9% de la población económica activa de 18 años y más logró acceder a un empleo pleno de derechos. Asimismo, el 18,5% de esta población de referencia se encuentra en una situación de subempleo inestable (realizando changas, trabajos temporarios o no remunerados, o siendo beneficiarios de programas de empleo con contraprestación), dice la investigación realizada por Eduardo Donza y coordinado por el director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), Agustín Salvia. A su vez, el 27,8% cuenta con un empleo precario (desarrollan actividades con continuidad laboral, tienen niveles de ingresos superiores a los de subsistencia pero no participan en el Sistema de Seguridad Social) y el 9,8% se encuentra abiertamente desempleado.
Los trabajadores micro-informales están ocupados en actividades precarias o inestables, con condiciones de trabajo deficitarias y bajos ingresos. Las tareas desarrolladas en el sector micro-informal, que afecta a un 47,9% de los ocupados, son generalmente de mano de obra no especializadas y son desarrolladas, presumiblemente, por trabajadores de bajo nivel de empleabilidad. A nivel general, en 2017 estos desarrollaban mayoritariamente actividades como trabajadores por cuenta propia no profesional (50,9%), indica el reporte de la UCA al que accedió LA GACETA. Otras conclusiones del sondeo nacional que también incluyó a trabajadores de San Miguel de Tucumán y Tafí Viejo:
• La distribución de ocupaciones es muy dispar según en el sexo de los trabajadores. Las ocupaciones más presentes en las mujeres son el trabajo por cuenta propia no profesional (48,4%) y el servicio en hogares (22,1%). Mientras que la mitad de los varones (52,7%) realizaban actividades como cuentapropistas no profesionales.
• En 2017, el ingreso medio mensual de los trabajadores del sector microinformal fue un 39,6% menor que el ingreso del total de ocupados. El ingreso medio mensual del total de los ocupados fue de $ 14.032, el de los trabajadores del sector micro-informal de $ 8.479, el de los ocupados del sector privado formal de $ 19.401 y el del sector público de $ 18.389.
• En el mismo año el ingreso horario de los trabajadores de este sector fue un 28,9% menor que el del total de ocupados. El ingreso horario del total de los ocupados fue de $ 104,60, el de los trabajadores del sector informal de $ 74,40, el de los del sector privado formal de $ 150,80 y el de los ocupados por el sector público $ 133,10.
• El grupo de trabajadores del sector micro-informal posee una mayor proporción de mujeres que el sector privado formal, un menor porcentaje de población de 35 a 59 años, una mayor proporción de trabajadores sin secundario completo y un mayor porcentaje de residentes en hogares de nivel socieconómico muy bajo.
• Los ocupados en el sector micro-informal de la estructura productiva se encuentran muy desprotegidos: el 78,3% no cuentan con aportes jubilatorios y el 52,1% no posee cobertura de salud nominativa.
• Los factores objetivos y subjetivos del escenario laboral son más adversos para los trabajadores del sector micro-informal: el 28,2% estuvo desempleado por lo menos una vez en el último año, el 12,9% declararon una antigüedad menor a un año y el 39,8% demanda más horas de trabajo.